Todo comienza a finales de los años 60 con la necesidad de nuestro fundador, Pepe Cerdá, de ganarse la vida para mantener a su familia. En aquella época, él trabajaba como vendedor ambulante, pero era un oficio que como él mismo dice, no le llenaba así que decidió dar un giro a su vida buscando proyectos que le hiciesen sentir completo y realizado.
Debido a la tradición del vidrio artesano arraigada en la zona de L’Ollería donde estaba afincada la familia Cerdá, Pepe decidió apostar por este mercado, fabricando y vendiendo vidrio forrado con la modalidad de forrado repujado. De esta forma y de ahí su nombre, se fundó empresa Artesanías Cerdá.
Fue un proyecto con sus luces y sombras, marcadas por la alta competencia que se genera en un pueblo pequeño y la facilidad de plagio que terminaba siempre con luchas de precios de las que Pepe es un firme detractor.
“Gracias a nuestros competidores somos lo que somos porque ellos son los que me hicieron pensar la manera de ser diferente” Pepe Cerdá
Tuvo que ir reinventándose y rehaciendo su gama de productos sacando partido a la maquinaria que disponía con la cual pasó de forrar vidrio a realizar carpetas, agendas y bolsitos repujados. ¡No daban abasto entre tanto pedido de bolsitos y agendas!
Pero, como ocurre en un mercado tan competitivo, comenzaron de nuevo los plagios, las guerras de precios y tuvo que comenzar de nuevo en busca de nuevos proyectos.
Un mañana de domingo, Pepe se levantó escuchando cómo sus hijos reían emocionados mientras coloreaban unos libros de dibujos. En ese momento, como una bombilla que se enciende y clarifica esos pensamientos latentes, le vino una idea que lo cambiaría todo.
“Si los niños muestran esas emociones por tener delante unos simples dibujos de sus personajes favoritos, ¿podría crear yo esa misma ilusión incluyendo esos diseños en mis productos?” Pepe Cerdá
Con esta idea cogiendo forma en su cabeza, comenzó ilusionado su andadura con la idea de realizar diseños exclusivos ni más ni menos que de la mano de los más grandes del momento: The Walt Disney Company. ¡Imagina! Las dudas surgían una detrás de otra: ¿dónde están los diseñadores de Disney?; ¿De qué forma se puede contactar con ellos? ; Teniendo en cuenta que rondaba el año 1986, Google estaban bastante lejos de existir…
Comenzó a indagar la manera de poder hacerse con ellos, hasta que un día, en la Cámara de Comercio de Valencia, le facilitaron el ansiado contacto y la dirección de The Walt Disney Company.
Después de las primeras tomas de contacto, Pepe fue invitado a la sede Disney en Madrid para negociar las particularidades de su contrato. En esta visita, como si del santo grial se tratase, le hicieron entrega de folios y cómics de Mickey y Minnie Mouse: ¡La primera guía de Disney en nuestras manos!
En aquella época, nadie vendía bolsitos licenciados por lo que era todo un reto saber cómo iba a responder el mercado a tal proyecto insólito. Y así, de forma exultante, Artesanías Cerdá comenzó a comerciar con bolsitos licenciados consiguiendo de forma arrolladora llegar a su público en un mes de salir a la venta.
“Lo más importante para nosotros es no perder el foco y tener siempre presente nuestra misión corporativa: Hacer felices a los niños con nuestros productos licenciados” Pepe Cerdá
Hoy por hoy, gracias al arduo trabajo de Pepe, su familia y todo el equipo que compone Cerdá, ha conseguido convertir una pequeña empresa de bolsitos en lo que es hoy, un referente en el mundo del producto licenciado. Pese a su rápido crecimiento y continua innovación, hay cosas que permanecen inalterables, definiendo y marcando los pasos a seguir día a día. Hablamos de los valores que caracterizan al equipo (esta gran familia) de Cerdá: iniciativa, innovación, calidad, pasión, honradez, humildad y, sobre todo, cercanía y familiaridad.
Con esta gran historia Pepe nos enseña que, ante todo, hay que permanecer con los pies en la tierra, sin olvidar de dónde venimos, que todas las cosas grandes comienzan por algo pequeño, que no hay atajo sin trabajo y que el secreto, está en las ganas.