Es algo tan difícilmente imitable que ni las mayores inversiones económicas asegurarían lograrlo.
A partir de esta premisa, es importante explicar qué es la cultura organizativa en una empresa. La cultura organizativa es ese conjunto de actitudes, creencias y costumbres que comparten personas pertenecientes a una empresa. La cultura influye en la actitud y rendimiento de los empleados, lo que repercutirá directamente en el cumplimiento de la misión y objetivos de la empresa y, por tanto, en la evolución de los resultados.
Para garantizar el mantenimiento de la cultura organizacional es importante que los nuevos trabajadores entiendan el funcionamiento interno de la empresa, su forma de operar y las estrategias que han de seguir para adaptarse a ella. Una vez tenemos esto, las conductas individuales estarán alineadas con las de la empresa en conjunto. La organización debe ser capaz de transmitir a los empleados un sentimiento de identidad que facilite la cohesión entre todos los miembros de la compañía.
Se trata de lograr entender y conocer la empresa, como un ente en sí mismo, para mantener y seguir desarrollando esa cultura organizacional.
En Cerdá consideramos importante que las personas que van a incorporarse a la empresa tengan unos valores y una cultura compatibles con los de la empresa, para que así, se pueda alcanzar un bienestar mutuo. En el caso de que una persona se incorpore a una organización en la que sus valores y cultura no encajen con los de la empresa, puede crearse una situación de incomodidad y de malestar personal.
En el primer párrafo hablábamos no solo de cultura sino también de valores, pero ¿qué tenemos que decir en cuanto a esto? Los valores son aquellos principios y razonamientos que comparte la empresa y el empleado dentro de la organización. Es muy importante tener unos valores internos bien definidos en la empresa y que aporten algún tipo de valor social al empleado para facilitar su adaptación y en consecuencia poder desarrollarse profesionalmente de la mejor forma.
La principal diferencia entre los dos conceptos es que la cultura se encarga de orientar los comportamientos internos vinculados a los objetivos comunes, y los valores se encargan de aportar bienestar emocional necesario para una buena ejecución de tareas.
Llegados a este punto, consideramos relevante aprovechar esta reflexión para definir los principales valores que todos compartimos dentro de Cerdá:
Nuestra estructura de la organización permite que se desarrollen de manera eficiente estos valores y ayuda a empleados a participar en los procesos de toma de decisiones y propuesta de ideas de nuevos productos.
Para finalizar, en Cerdá deseamos hacer crecer nuestro proyecto, de manera sostenible en el tiempo, encaminándonos a convertirnos en líderes del sector. No obstante, no solo se trata de ser capaces de encontrar ese liderazgo y capacidad de generación de resultados, sino, además, todo ello bajo un modelo que permita que los valores y la cultura Cerdá, de la que tan orgullosos estamos, se mantengan en el tiempo, todo ello desde el esfuerzo individual y grupal de cada uno de nosotros.