El uso de redes sociales, webs y e-commerce está cada vez más extendido y ninguna empresa que desee mantenerse en el sector puede obviar formar parte de los diferentes canales digitales. Pero no consiste solo en estar, sino en hacer las cosas bien para que los esfuerzos dedicados tengan los resultados esperados.
Y ¿qué mejor manera de valorar detalladamente cada paso que damos que llevando a cabo una auditoría web? ¡En Cerdá te explicamos qué es, en qué consiste y cómo beneficiarte de ella!
Una auditoría web es el estudio concienzudo de la situación actual en la que se encuentra la empresa. Y esto se hace a través de la puesta en marcha de análisis sobre las acciones, las estrategias y los resultados que la compañía ha ido poniendo en marcha, con el fin de conseguir los objetivos marcados, mejorar su presencia, posicionamiento y reputación online.
Al llevar a cabo esta especie de evaluación de forma periódica, podemos detectar cuál es la situación digital actual en la que se encuentra la compañía. Por tanto, podemos valorar si todo lo que hemos ido haciendo, desde la última auditoría, ha sido para bien o para mal. Si hemos conseguido los objetivos marcados, o no, si hay que cambiar alguna estrategia, mejorar alguna acción o poner en marcha otras. La optimización web es clave, así que hay que trabajar incesantemente en ella.
El marketing digital es clave para poder llevar a cabo una buena auditoría web y resolver todo aquello que lo precise. Los tres grandes aspectos que resolveremos con la auditoría serán:
Es decir, la facilidad y la comodidad con la que los usuarios que visiten nuestra plataforma pueden navegar por ella.
Sin lugar a dudas este es un aspecto imprescindible. Puesto que si un usuario no sabe o puede navegar por la web, no podrá resolver sus intenciones de compra.
Debemos comprobar si la web es rápida, si hay enlaces rotos y si los procesos son intuitivos.
Y si detectamos algún error, corregirlo con la máxima celeridad.
Otro aspecto imprescindible es la optimización web. ¡Prioritaria!
Y consiste en el análisis de todos aquellos aspectos que influyen en los algoritmos de Google y que, por lo tanto, nos permiten tener un mejor posicionamiento.
Hay que comprobar las estructuras de las URL, el buen uso de las palabras claves, la presencia en las redes sociales y las plataformas profesionales y que los contenidos que ofrecemos a los usuarios sean de calidad y aporten valor.
Por último, el último gran bloque a analizar y muy importante para la empresa y los usuarios es todo aquello relacionado con la seguridad de la página web. Sobre todo para aquellos apartados en los que se requiere que los visitantes introduzcan datos personales o bancarios.
Es fundamental detectar a tiempo cualquier debilidad o vulnerabilidad en nuestra web que pueda transformarse en un uso fraudulento por parte de terceros.
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La auditoría web debe ser un proceso periódico que llevéis a cabo con paciencia y esmero en todas las plataformas digitales que tenga la compañía. A través de ella se consigue mejorar significativamente, aumentar la relación de confianza con el usuario y, por supuesto, transformar la intención de compra del visitante en ventas.
Así que prepara a tu equipo, o contrata a profesionales especializados en la materia, para que puedan realizar un trabajo exhaustivo, preciso y fructuoso. Hacer las cosas bien hechas es garantía de éxito.
En Cerdá somos conscientes de la importancia del trabajo bien hecho y de la actitud necesaria para tener un negocio exitoso. Todo lo que es medible es susceptible de ser mejorado, en especial en un entorno tan dinámico como el marketing digital.
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